Ruby L. Hammond, Tad C. Theimer
The Southwestern Naturalist 67 (3), 170-182, (6 October 2023) https://doi.org/10.1894/0038-4909-67.3.170
Little is known about the relationship between anatomical and physiological characteristics of live trees and woodpecker foraging behavior, despite some woodpecker species foraging on live trees more often than dead trees. We assessed whether excavation of prey by insectivorous bark-foraging woodpeckers was associated with five characteristics (phloem thickness, oleoresin exudation, oleoresin viscosity, and bark thickness and hardness) of ponderosa pine (Pinus ponderosa) trees, and whether those characteristics, and the abundance of woodpecker foraging excavations, differed between trees growing on geologically older fine soils vs. coarser, volcanically derived, younger cinder soils in northern Arizona. We hypothesized that trees experienced greater water and nutrient stress on cinder soils and that stress would lead to differences in tree traits that affect woodpecker foraging. We found that trees growing on fine soils were >10 times less likely to be used by woodpeckers than were trees growing on cinder soils. Tree use by both woodpeckers and their wood-borer prey was negatively associated with bark thickness and hardness, but was not associated with other tree characteristics. The negative relationship with bark characteristics was stronger for woodpeckers than wood-borers, and woodpecker predation rates on wood-borers were negatively associated with bark hardness, suggesting that woodpeckers were responding to bark hardness independent of wood-borer presence. Tree traits we examined did not explain the 10-fold difference in tree use by woodpeckers across soil types, suggesting there were other variables we did not measure affecting this pattern. Wood-borers like those feeding on live trees we studied typically do not kill trees and remain part of the landscape without destroying forests, suggesting forests on cinder soils could act as important woodpecker foraging habitat without experiencing expansive forest losses typical of more irruptive beetle species.
Poco se sabe acerca de la relación entre las características anatómicas y fisiológicas de los árboles vivos y el comportamiento de alimentación de los pájaros carpinteros, a pesar de que algunas especies de pájaros carpinteros se alimentan de árboles vivos con más frecuencia que de árboles muertos. Evaluamos si la excavación de presas por pájaros carpinteros insectívoros que buscan debajo de la corteza fue asociada con cinco características (grosor del floema, exudación de oleorresina, viscosidad de oleorresina y grosor y dureza de la corteza) de los árboles de pino ponderosa (Pinus ponderosa), y si esas características y la abundancia de las excavaciones de alimentación por pájaros carpinteros, difirieron entre árboles que crecían en suelos finos geológicamente más antiguos contra suelos de ceniza más jóvenes, más gruesos, derivados de volcanes en el norte de Arizona. Hipotetizamos que los árboles experimentaron un mayor estrés hídrico y de nutrientes en los suelos de ceniza y que el estrés conduciría a diferencias en las características de los árboles que afectan la alimentación por los pájaros carpinteros. Descubrimos que los árboles que crecen en suelos finos tenían >10 veces menos probabilidades de ser utilizados por los pájaros carpinteros que los árboles que crecen en suelos de ceniza. El uso de árboles tanto por los pájaros carpinteros como por sus presas, los barrenadores de la madera, se asoció negativamente con el grosor y la dureza de la corteza, pero no se asoció con otras características de los árboles. La relación negativa con las características de la corteza fue más fuerte para los pájaros carpinteros que para los barrenadores, y las tasas de depredación de los pájaros carpinteros sobre los barrenadores se asociaron negativamente con la dureza de la corteza, lo que sugiere que los pájaros carpinteros respondían a la dureza de la corteza independientemente de la presencia del barrenador. Las características de los árboles que examinamos no explicaron la diferencia de 10 veces en el uso de los árboles por parte de los pájaros carpinteros en todos los tipos de suelo, lo que sugiere que hubo otras variables que no medimos que afectaron este patrón. Los barrenadores de madera como los que se alimentan de árboles vivos que estudiamos normalmente no matan árboles y siguen siendo parte del paisaje sin destruir bosques, lo que sugiere que los bosques en suelos de ceniza podrían actuar como un importante hábitat de alimentación para pájaros carpinteros sin experimentar pérdidas forestales expansivas típicas de especies de escarabajos más irruptivos.