Great-tailed Grackles (Quiscalus mexicanus), known for their omnivorous diet, have demonstrated diverse foraging strategies, including preying on insects, reptiles, and occasionally bird nests. Rare observations have noted large males hunting small passerines, but such behaviors in females remain undocumented. In May 2016, in El Paso, Texas, I observed a female Great-tailed Grackle capturing and consuming a House Sparrow (Passer domesticus), marking the first recorded instance of such predation by a female of the species. This incident, documented on video ( https://osf.io/pqtkh), occurred during an unusually dry period, which suggests that extreme weather conditions may influence resource-seeking behaviors. These findings challenge the notion that predation is confined to male grackles, and this note proposes that both sexes may engage in opportunistic predation under resource-scarce conditions.

El zanate (Quiscalus mexicanus), conocido por su dieta omnívora, ha demostrado diversas estrategias de alimentación, incluyendo la caza de insectos, reptiles y, ocasionalmente, nidos de aves. En raras ocasiones se han observado machos grandes cazando pequeños paseriformes, pero tales comportamientos en las hembras siguen sin estar documentados. En mayo de 2016, en El Paso, Texas, se observó a un zanate hembra capturando y consumiendo un gorrión común (Passer domesticus), lo que supuestamente marca el primer caso registrado de este tipo de depredación por parte de una hembra de la especie. Este incidente, documentado en vídeo ( https://osf.io/pqtkh), ocurrió durante un periodo inusualmente seco, lo que sugiere que las condiciones meteorológicas extremas pueden influir en los comportamientos de búsqueda de recursos. Estos hallazgos cuestionan la noción de que la depredación se limita a los zanates machos, proponiendo que ambos sexos pueden participar en la depredación oportunista en condiciones de escasez de recursos.