Mycoplasma iowae, an occasional pathogen of turkeys, was isolated for the first time from captive grey partridges (Perdix perdix). Clinical signs including respiratory and intestinal disorder were seen in birds of all ages but mainly in those kept housed during rearing. Mortality rates averaged over 20% during the year. Treatment with antibiotics and antiparasitic drugs produced only a transient improvement in condition. The gross pathology findings included poor body growth, lack of development of the breast muscles, abnormalities in the keel development, and bone fragility. Some birds showed infraorbital sinusitis with serous or fibrinous exudates and catarrhal tracheitis, while others presented serofibrinous airsacculitis and splenomegaly. Laboratory investigations revealed pure cultures of M. iowae in the gut as well as sinus and air sacs. While other organisms such as coccidia, Trichomonas, Escherichia coli, Clostridium perfringens, and Aspergillus spp. were detected, the similarity of the disease with that seen in turkeys infected with M. iowae strongly suggests that this mycoplasma may be the primary pathogen here. The presence of M. iowae in game birds commonly released into the wild could have serious implications particularly in areas where industrial poultry farms are concentrated.
Reporte de Caso—Primer aislamiento de Mycoplasma iowae en parvadas de perdiz pardilla.
El Mycoplasma iowae, un patógeno ocasional de pavos, fue aislado por primera vez de perdices pardillas en cautiverio. Los signos clínicos que incluyeron problemas respiratorios e intestinales se observaron en aves de todas las edades, pero principalmente en las que se mantuvieron alojadas durante la crianza. Las tasas de mortalidad mostraron promedios de más de 20% durante el año. El tratamiento con antibióticos y antiparasitarios produjo sólo una mejora transitoria de la condición. Los hallazgos patológicos macroscópicos incluyen pobre crecimiento corporal, falta de desarrollo de los músculos del pecho, anormalidades en el desarrollo de la quilla y fragilidad de los huesos. Algunas aves mostraron sinusitis infraorbitaria con exudados serosos o fibrinosos y traqueítis catarral, mientras que otros presentaron aerosacculitis serofibrinosa y esplenomegalia. Los hallazgos de laboratorio revelaron cultivos puros de M. iowae en el intestino, así como en los senos y en los sacos aéreos. Aunque se detectaron otros organismos como coccidias, Trichomonas, Escherichia coli, Clostridium perfringens, y Aspergillus spp., la similitud de la enfermedad que se observa en los pavos infectados con M. iowae sugirió fuertemente que este micoplasma podía ser el patógeno primario de este problema. La presencia de M. iowae en aves de caza comúnmente liberadas a la naturaleza podría tener graves consecuencias sobre todo en las zonas donde se concentran granjas avícolas industriales.